Lo quisiera dedicar ¿Puedo?

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Lo quisiera dedicar ¿Puedo?
¡Si al fin este es mi libro ¿a quién pido permiso?!
Malas costumbres que nos inculcaron
en las cárceles cuartelarias
pedir permiso hasta para mear,
fuese mearse de la risa.

A C.F.
….E.S.
….J.C.
….M.C.

Lo mismo que lo sé yo, ya sabrán ell@s quiénes sean.
A l@s que respondan a esas siglas
que no me estarán leyendo….
Incultura
Incultura es ignorar del verbo desconociendo,
no del otro: no-aprendiendo.
La incultura es ignorar.

Como no quiero pecar de oscura con mis leyentes, la mejor gente que exista, ¡si existe esa gente!, voy a manifestar una de las personalidades ocultas bajo las iniciales.
Es bastante desconsiderado para con su público,
al que se deben,
el disfraz en los célebres.
Lo quito:
Jesucristo.
¿Por qué no dedicar a él un libro de poemas?

Y ya que lo que no persigo es pecar.
Me es imposible hacer otro tanto
con las demás siglas caretas
sin cometer ferina indiscreción,
algo así como la tos en los conciertos.

Aunque dado que lo que más nos agrada es jugar,
síndrome de infantilismo,
dios me lo conserve hasta en la vejez,
les propongo uno de palabras.
Juego.
Lo más pintado en un libro.
Juegarden, jardín de jueces,
al que dedico estos versos:
Concepción Funesta o Fúnebre
Encarnó Satanás,
J.C. el mencionado,
Muerto Matando

(Ahora a 37 años del libro
A ti Pizarnik, asesinada en Argentina
por los mismos motivos por los que estas palabras fueron escritas:
Homosexual empujada a una antinatural bisexualidad o sexualidad ambigua
que la condujo a la tumba
por récipe de psiquiatras
que las sociedades contratan
para que consumen esos asesinatos por ellos)