sábado, 13 de marzo de 2010

Ya no hay profetas

85

(Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos
Todo el mundo está cuerdo
terrible horriblemente cuerdo

-León Felipe-
“Y hacéis callar a los profetas”
Amós 2,12)

Es triste
horrible es ver
cómo al final
el más valiente tiembla;
y mucho más triste comprobar
que nadie va a saber
de esa lucha final
a no ser que esté
también inmerso en ella
el mismo que contempla.

Triste, conduele comprobar
como al Dios al Ideal
por el que muere
y no dejará de morir, increpa,
en su insufrible dolor,
por,
en su último momento
desgarrador
increpa:
¡¿Por qué me has abandonado?!

“A los nazareos dais vino
Y hacéis callar a los profetas”

... Y hacéis callar a los profetas
¡Y hacéis callar a los profetas!

Ya no hay profetas,
sólo vino.
A ver quién, durante vive,
bebe más;
y hasta en el muera.
Hasta la tumba llevan
sosias alias faraones,
vino, ¡Vino!
¡Beban! Beban.

Ya no hay profetas:
Tomad y disputaos
las glorias de la Tierra.
Compradle con dinero,
vino, ¡Vino!,
vino y más vino
al que no tenga.
Porque dinero es vino, vida,
en el sistema.
O por respeto, compradle,
por un respeto sin vergüenza
un lugar entre los respetables;
o “por un par de sandalias”,
si nació descalzo,
al profeta.

Tomad y disputaos las glorias.
¡Bebed! Beban
......
“Porque lo he jurado:
Jamás olvidaré”.
Yo: El Profeta,
el que en su último
y más desgarrador momento
increpa:
¡¿Por qué me has abandonado?!
Yo, a mi Dios, a mi Ideal,
por el que muero
y no dejaré de morir...
tomándole por muerto.
......
¿Hay algo más desgarrador
este al final se tiembla
del profeta
que muere por su Ideal
y no dejará de morir?

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails